Encontré una medusa azul
un día de enero, en el puerto
y yo no buscaba nada
quería charlar con el viento.
Y el viento me dijo gira
y giré y di con el mar
y el mar me miró curioso
y me invitó a caminar.
Me encontré una medusa azul
de un añil neón, chispeante
y no la quería tocar
y la observé, expectante.
dicen, podría ser letal
letalmente la miraba
fue una hipnosis torrencial.
Contenía en ella un universo
uno índigo crepuscular,
conté una a una sus estrellas,
lunares de lo estelar.
Mi medusa sabe cosas
ha viajado por mil mares
es cautelosa, es curiosa,
es un sueño tan afable.
Mi medusa.
Mía.
¿Es mía?
Mi arrecife de memorias
mi mejor sueño azulado
mi mentira más hermosa.
Encontré una medusa azul
que no es mía, es del mar
me acerqué y no imaginaba,
la toqué y no sospechaba.
¡Qué colisión burbujeante!
Vorágine sepultante.
Méceme un poco, medusa
en tus tentáculos, duermo
Mientras sueño que aquel día
vi una medusa, en el puerto.
Imagen tomada de Highland Dunes
| Berenice Ibarías (Ciudad de México, México, 1987). Escritora, actriz y coordinadora de viajes. Hizo la maestría en Literatura Mexicana Contemporánea y la especialidad en Literatura Mexicana del Siglo XX en la UAM Azcapotzalco. Ha publicado cuento y minificción para medios como Página Salmón, El Universal, Especulativas, Serendipia y Voz del Narrador. Ganadora de la V Antología de Escritoras MX (2022), mención honorífica en el Concurso de Minificción convocado por Voz del Narrador (2022). Como dramaturga, ha escrito obras para adolescentes que han sido llevadas a la escena. Integrante de las compañías de teatro Órale va! y Teatro de Papel. |
